
Viajar produce efectos insospechados. De la misma manera que escuchando a Jacques Brel descubrí que en verdad me puede conmove la idea barroca del dolor como festividad, viajando a Mérida se me ha revelado una inesperada afinidad por el trópico. He descubierto regiones insospechadas de mi pensamiento e imaginación literaria.
Habiendo nacido en una, me pensaba irremediablemente adicto a las grandes ciudades incontrolables; pensé que me era natural el artificial caos que imponen. El clima del trópico, con sus ciudades pequeñas y funcionales, sus prendas de lino y el cálor húmedo han hecho que se manifiesten en mí cualidades anteriormente inadvertidas. Siento una certeza que sólo se puede generar en el trópico y espero capturar algo de su aura para cuando regrese a mi gris ciudad.
lundi, octobre 15, 2007 2:57:00 PM
yo nací ahí!!!
lundi, octobre 22, 2007 4:21:00 PM
Tú eras lo único que le hacía falta a Mérida
lundi, octobre 22, 2007 8:01:00 PM
aaawwww!
Enregistrer un commentaire