le passé est un animal grotesque
Vida y opiniones de Eliud C. Delgado, Volumen II: diciembre, 2006 a junio, 2009

Apuntes multilingües y narraciones librescas de días volátiles,
cuyo soundtrack incluye un playlist para la certeza viajes con destino incierto

I No Longer Hear The Music

6:18 PM



And alarm bells ring

When you say your heart still sings

When you're with me

Oh darling, please forgive me

But I no longer hear the music


“Tuve un sueño extraño. Soñé que todos ustedes se quedaban sin novias. Eduardo, Luis, tú”, me dijo algo más o menos parecido un amigo que predice, involuntariamente, la vida de la gente en sus poemas.



And all the memories of the pubs

And the clubs and the drugs and the tubs

We shared together

Will stay with me forever





Para siempre no existe. Todos los parasiempre son meras ilusiones. Toda música se acaba y todas la luces terminan por extinguirse. Nietzche decía que había que aceptar la muerte y saber morir a tiempo; creo que esta vez he seguido bien su consejo.





But all the highs and the lows

And the to's and the fro's

They left me dizzy

Oh! darling, please forgive me

But I no longer hear the music


Sin melodramas, ni peleas; sólo con la certeza de que algo se extinguió. Así, como una muerte reconfortante en una tarde soleada luego de una larga vida.


And all the memories of the fights and nights

And the blue lights and all the kites

We flew togetherI thought they'd fly forever


But all the highs and the lows

And the to's and the fro's

They left me dizzy

Oh won't you please forgive me


El sueño de mi amigo resultó tan real como sus poemas.




Read On 0 deambularon por aquí

Epifanía del odio

7:49 PM

“En efecto, el odio es un licor precioso, un veneno más caro que el de los Borgia, ¡pues está hecho con nuestra sangre, nuestra salud, nuestro sueño y los dos tercios de nuestro amor! ¡Hay que ser avaro con él!”

Charles Baudelaire - Consejo a los jóvenes literatos

(traducido por Juan José Utrilla)



Nunca tuve mucho ánimo de odio, aunque me he sabido inspirador de sus brebajes. Una vez, durante el primer año en la universidad — si no es que fue el primer mes — escuché a un incauto decir, palabras más palabras menos, “E. me cae mal porque es como yo, y creo que soy muy insoportable”. La parte divertida llegó cuando saludé al tipo y vi su cara de que-pendejo-ya-la-cagué al darse cuenta que había escuchado todo lo que decía. Días después me encontré casualmente en la misma plática que el personaje en cuestión, quien con verborrea hacía gala de su perfeccionismo. Relataba que sus padres lo habían hecho así. Siempre tuvo promedio de diez y estaba en el cuadro de honoñoñor; la única vez que sacó un nueve en la primaria lo castigaron todo el verano por estar en segundo lugar y no en primero. El tipo terminó odiando al primer lugar del absurdo cuadro de calificaciones.

Al escucharlo tuve una epifanía. También he sido un ñoño, o al menos lo fui hasta los 13 años. Siempre tuve diploma de primer lugar, excepto una vez. También quise odiar al primer lugar de mi grupo, pero en cuanto mi mamá notó mi ira infantil me hizo ver lo ridículo de mi actitud. Las calificaciones eran lo de menos. Sí había sido mejor que casi todo el grupo, pero eso no era algo realmente importante. Dijo que no tenía que competir sino conmigo mismo, si tenía diez la próxima vez tendría que intentar lograr lo mismo, si tuviera ocho debería intentar mejorarlo. Ver que hacen los demás sólo es una distracción. Estuve castigado una semana, no por tener un nueve sino por malgastar mi atención en un berrinche estúpido. “Algún día me lo vas a…” la voz maternal entonaba seria el cliché que se cumplió providencialmente unos doce años después mientras me alejaba de aquella conversación, ya entonces insulsa, encendiendo un cigarro.

Tengo cierto divertimiento sarcástico al contemplar la competitividad hostil; como todo humano tiendo a disfrutar, desde la distancia, ciertos espectáculos crueles. Los esfuerzos y logros del talento ajeno merecen mi atención cuando los encuentro genuinamente interesantes. Sería ridículo imaginar que alguien más tome la misma actitud con respecto a mi trabajo, sin embargo encuentro casi siempre, incluso en las críticas corrosivas — gratuitas en ocasiones—, la apreciable atención de un lector a quien he causado un efecto. Reconozco que aún necesito mejorar, tal vez algún día logre causar infartos, sería mejor curar la ceguera pero la de quienes pueden leer es provocada por sus — casi siempre incurables — prejuicios.

Read On 6 deambularon por aquí

Britpop Flashbax: Be Here Now Revisited

4:14 AM


Entre las cosas que he dejado de postear está el décimo aniversario de uno de los álbumes más sobreproducidos en la historia del rock: el Be Here Now de Oasis.
Hace exactamente una década, precisamente a principios de septiembre estaba comprándome el disco. Había pasado casi un mes desde que salió, “D’you Know What I Mean?” estaba en primer lugar en varias listas.
A los trece años empezaba a tocar la guitarra con “Wonderwall” del (What’s The Story) Morning Glory?, que había comprado en cassette un año antes. Poco después me encontré con una ganga en el Ghandi discos de Coyoacán: el Definitely May Be en 100 pesos. Para mi puberto asombro el disco no tenía por ningún lado los sellos de sony, en vez de eso tenía las leyendas — que a mis ojos efebos lucían más brillantes que el oro — “a creation records product” y “MADE IN ENGLAND” era pues, parte del tiraje original del disco. La misión más importante del verano de 1997 era comprar el Be Here Now y no dejarme seducir por los uh-huuu’s de “Song 2” y el riff de “Bettlebum”.
La portada, a cargo de Michael Spencer, hubiera merecido el tamaño de un LP: el Rolls Royce blanco en la alberca, el calendario marcando la fecha de lanzamiento del disco, los relojes sin manecillas, Bonehead tocando una llave en lugar de una guitarra. Todos elementos que podían conectarse semánticamente con las canciones o que hacían referencia a The Beatles. Al menos en la portada el álbum cumplía con las expectativas. Por los siguientes meses — hasta que los Smashing Pumpkins sacaron el Adore y Pulp el This is Hardcore — toda la música se redujo, para mí, a las 11 canciones y media tras esa portada. A dos lustros de distancia así se escucha el Be Here Now.
D’you Know What I Mean?
Esta canción prefigura el resto. Sobreproducción ante todo. Noel Gallagher — quien quería sonar como Nirvana producido por Phil Spector, haciéndole covers a The Beatles — cuenta que mientras grababan en Abbey Road un viejo, que estaba grabando en el estudio de junto con un cuarteto de metales, fue a reclamarles por el ruido. En esta canción se supone que hay algo así como 40 guitarras. Se trata de la estética de la arrogancia llevada al limite. Los hermanos Gallagher en su momento de apoteosis mediática graban una canción que se supone les debe dar street credibility como gamberros católicos y herederos del madchester, la sacan como primer sencillo de su tercer álbum — con buenos lados B que incluyen un gran cover a Bowie — y graban un video donde Liam sale mentando madres desde un helicóptero. La canción pierde credibilidad cuando uno se da cuenta que en realidad es un pastiche de la guitarra de “Wonderwall” un tono más grave acompañada de una letra llena de referencias a The Beatles y a canciones anteriores de los propios Gallagher. El tiempo conservo mejor “Song 2”.
My Big Mouth
Otra vez la sobreproducción. Esta canción perfectamente pudo haber estado fuera del álbum y nadie notaría la diferencia. Sin embargo tiene algunos buenos riffs.
Magic Pie
La canta Noel, pero eso no es lo que la salva. En realidad no es un gran canción, pero sí dice mucho sobre su compositor. El tipo no tiene su rebanada, tiene un pie completo. Dejo de ser el católico pobre de los barrios bajos de Manchester y ahora Tony Blair lo invita a cenar. Para agradecerle al premier incrusta en su canción un fragmento de un discurso sobre los preparativos para recibir el nuevo milenio (que incluyen, para Noel, cambiar el logo de su banda) y de paso tirarle un par de pedradas a Blur. A estas alturas ya pienso que la sobreproducción más bien intenta suplir las deficiencias musicales (o de autoestima) de la banda. Sin embargo algo más, una sorpresa un poco más agradable, salta al oído en esta canción: cierta influencia de The Charlatans en los teclados.
Stand By Me


Noel Gallagher se propusó escribir una canción mejor que la que grabará con el mismo titulo Mohammed Ali — antes, mucho antes, del box y del Islam, cuando se llamaba Casius Clay — y con la que después hiciera lo propio John Lennon. Aún hoy creo que lo logró. Es la gran canción del disco, de las menos afectadas por la sobreproducción, el mejor sencillo y la única que no han dejado de tocar en las giras. La primera vez que los escuché en vivo — cuando se les quemó un bafle en el palacio de los rebotes — fue de la mejores canciones. El video está lleno de homenajes a The Beatles, pero las estrellas son los Gallagher & Co (equilibrio pocas veces logrado en este álbum) y la narrativa fragmentada con que es contada la historia fue copiada innumerables veces durante los últimos años de los 90’s. En pocas palabras un clásico.
I Hope, I Think, I Know
Esta canción sobra en el álbum, pero debo confesar que me encanta y me gustaría, tal vez aún más, aunque fuera un lado B. Bueno riffs sobre una letra que, otra vez, revela bastante sobre la relación tormentosa entre los Gallagher y el estrellato. Mucha gente se quejó de que, al parecer, para este disco se le había secado la cabeza a Noel y ya no podía escribir cosas buenas. La verdad es que los dos primeros discos son de canciones que él había escrito cuando aún no era nadie. El éxito cambia la manera en que los músicos ven al mundo y los temas sobre los que componen. Bowie, creativamente, aprovechó ese efecto y creó a Ziggy Stardust; sin embargo el éxito no fue un buen aliciente para Noel Gallagher, quien volvió a escribir canciones buenas hasta después de divorciarse aunque ahora sólo sea de vez en cuando.
The Girl In The Dirty Shirt
La canción que más suena a The Charlatans en todo el disco. Si no han escuchado esta en vivo es probable que jamás la escuchen. Noel se la escribió a la que sería después su esposa y luego ex. Es una de las pocas canciones de Oasis sobre boy-meets-girl, a pesar de lo que puedan pensar algunos detractores. Nada impresionante pero merece estar en el álbum.
Fade In-Out
En esta toca la guitarra Johnnhy Depp -- antes de ser el capitán Sparrow, cuando andaba con Kate Moss y Pete Doherty era un ñoño harrypotteresco de un high school londinense--. Es una de las menos sobreproducidas y de alguna manera prefigura el sonido de los siguientes álbumes... pero con más guitarras.
Don’t Go Away


Alguna vez un amigo — a quien no le gustaba Oasis — me dijo que todas las canciones de la banda sonaban iguales y hasta se llamaban casi igual. Se refería a esta y a “Stand By Me”. Desafortunadamente los titulos dan esa idea y, peor aún, estan muy cerca en el disco. Lo cierto es que la primera se la escribió Noel a su entonces prometida, más que como una serie de reglas y cosas que el esperaba de la relación — “my heart will never be your home”— que como una canción de amor. Ésta se la escribió a su mamá mientras estaba en el hospital a punto de morir. Mrs Gallagher se recuperó y aún quiere darle de comer verduras fritas a sus retoños. La canción, sin embargo, fue un gran éxito y hace poco la volvieron a tocar en los conciertos. La producción aquí es adecuada. Aún la considero una de las más emotivas de Oasis.
Be Here Now
Gran decepción, la canción que da nombre al disco podría no existir y nadie la extrañaría. Lo curioso: según Noel Gallagher uno de los teclados chillones que se escuchan en la canción es un juguete de una de las hijas de Mick Jagger, que el mismo guitarrista robó de casa de su majestad satánica. En vez de escuchar esta les propongo hacerle caso a lo que canta Liam: ¡cántense una del Let It Be!
All Around The World
Este disco me causa sentimientos encontrados. Por una es muy malo y resulta decepcionante que tu banda favorita saque un disco malo, sobre todo cuando eres puberto y estuviste ahorrando para comprarlo (faltaba un par de años para que existiera Napster); por otra tiene una pocas canciones muy buenas que durante mucho tiempo han tenido una gran carga afectiva. En ese último caso se encuentra esta canción. Aunque podría durar la mitad y no haber sido sencillo (el video remake de Yellow Submarine es molesto, aunque como siempre los lados B valen haber pasado la vergüenza) la letra es una de las mejores del álbum.

It’s Gettin’ Better (Man!!)
La primer canción del álbum que tocaron en vivo. La estrenaron en los históricos conciertos de Knebworth Park — un fin de semana, localidades agotadas, 250 mil personas cada noche, sólo Oasis y Robbie Williams lo han logrado, aunque también Pink Floyd y Led Zeppelin lo intentaron —, haciendo creer a todo mundo que el Be Here Now sería su mejor álbum. Una de las cinco canciones que merecen realmente estar en este disco. Los mejores riffs y la eterna pregunta cada vez que la escucho ¿Por qué la dejaron al final? ¿Por qué no fue sencillo?. Luego de ésta sigue — nada más para acabarse el tiempo del cd — el reprise de “All Around The World”, rematado por el sonido del agua yéndose por el retrete, de cualquier manera terminando esta canción es mejor quitar el disco. Si tienen un iPod no copien el reprise, no vale la pena.
***
Recuerdo que Noel Gallagher alguna vez confesó lamentar este álbum, que si hubiera guardado “Whatever”— con todos sus lados B, incluyendo “The Masterplan”— y hubiera escrito antes un par de canciones del Standing On The Shoulder of The Giants, el Be Here Now hubiera sido un gran disco. Tal vez tenga razón.

Lo cierto es que se trata del peor disco de Oasis, mas paradójicamente tiene dos de sus mejores canciones. Marcó el tope en la carrera de los Gallagher y la gira fue la primera en que vinieron a Latinoamérica. Los siguientes discos de Oasis tuvieron un sonido maduro, alejado de la sobreproducción de este, pero jamás han vuelto a ser como en los dos primeros. En el soundtrack de mi vida para el último año de la secundaria y el primero de la prepa pondría canciones de este disco.

Luego de algunos años le agarré la onda a Blur, pero me gustaron más Pulp y los Manics luego de un paso obligado por The Stone Roses, The Charlatans, The Happy Mondays, Suede, etc. Cuando descubrí a The Smiths — como tres años después — todo pareció caer en su justo lugar y la imagen estaba completa. A diez años de distancia sólo espero que The Arctic Monkeys sobrevivan al tercer disco como Oasis no lo hizo, entonces trataremos de saber si el britpop aún existe o fue un chiste que Tony Blair le contaba a los rockeros britanicos cuando eran tan inocentes como para aceptar sus invitaciones a cenas de gala en la residencia oficial del premiere.
Read On 0 deambularon por aquí

Eliud C. Delgado: poeta, traductor & flâneur/lector de comics y melómano indie/medio geek/cultivador de las intertextualidades dispares//Regala PDFs// Antologado en Paraíso en llamas (Literal, 2008) y Perduración de la palabra (Facultad de Filosofía y Letras UNAM, 2008)

Memoria del más reciente desvarío

Reclamos y congratulaciones

The Flight Mates


Ladytron

The Manics
Download PHR's new report at brokenlives.info

They Just Come & Go


Friends on the Road

My YouTube

Libro de visitas

¿De qué se trata esto?