Algunas vuelven,
igual que un viejo amigo
al que no has visto en años.
Te recuerdan
lo inocente que eras,
la facilidad
con que te impresionabas
y los rostros
que jamás veras,
de nuevo,
las escuchas
y descubres que no entendías
porqué advertían que el corazón
es un hogar pequeño
al que le caben pocos
y no puedes invitar a todos,
su llave te la encuentras tirada
y nunca sabes qué habrá tras la puerta.
Otras las encuentras a diario,
pero nunca prestas atención a sus palabras
hasta que te acompañan
en la hora de las coincidencias
y se vuelven tus amigas,
invisibles hasta que las necesitas
una noche, cuando en segundos
vislumbras el sentido de su letra
mientras el sonido
se desvanece en un abrazo
que te regala más canciones,
que al pasar el tiempo preguntan:
"¿Te acuerdas?,
¿Te acuerdas,
de la noche
en que nos conocimos?",
y te prometen cruzar
abismos azules de noche
para repetir el abrazo.
Es curioso,
mientras intentas olvidar
el fade out que espera
tras el último coro
o el último solo,
poco a poco
tus oídos se desgastan
y las canciones nuevas
envejecen de camino al silencio.
jeudi, mai 14, 2009 5:54:00 AM
Pero qué te pasó????????¡¡¡¡ Mano, este poema es un giro radical. Morábito al fin hizo su chamba. Muy bueno. Y ya vi este sitio: con la entrevista de Radiohead me convencieron. Abrazos.
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